miércoles, 15 de junio de 2011

Capítulo 2.

al terminar la clase de matemáticas, bajamos al recreo, yo me siento en uno de los bancos de allí y en menos de dos minutos tengo a trece chicas mal humoradas, furiosas y enrabietadas pidiéndome explicaciones y diciéndome cosas sobre Giovani inimaginables, a mi no me interesaba nada de lo que me contaban, yo solo quería hablar con él y que me llevara corriendo y sin nadie más a lugares escondidos, lugares peligrosos, lugares maravillosos e increíbles en los que poder vivir miles de aventuras. Entonces, una mano amiga me liberó de aquel corrillo de la muerte y me llevó a unas escaleras que estaban completamente aisladas y vacías. Era Cata;
-No te preocupes por todas esas carroñeras, están todas coladitas por Gio así que no te recomiendo que intentes acercarte a el, acabarás mal.
-Eh...pero esqu...-antes de que terminara mi frase, Cata consiguió interrumpirme.
-Esque ¡ nada !, mira, te lo digo por experiencia, cuanto más te acerques a ese repetidor, más problemas tendrás, las chicas se piensan que soy una empollona del tres al cuarto pero eso no es así.- dijo mientras se quitaba las gafas y se soltaba la coleta, lo que me mostraba que realmente podría llegar a enamorar a cualquier chico que ella se propusiera.-mírame, aquí donde me ves, yo también tuve un pasado amoroso, pero ahora, está enterrado,y que bien vivo. Ni lo intentes, él es un niñato que pasa su vida saltándose clases y cada vez que hay que afrontar un problema, huye corriendo a su país de fantasía e ilusión; pero bueno Nacelín, si es lo que a ti te gusta, allá tu...
-Pero, si yo nunca e dicho que me interese él... además, ¿tú como sabes todo esto?

PIIIIIIIIIIII 


Era la hora de volver a clase y Gio había vuelto a desaparecer, ¿sería verdad todo lo que decían Cata y las demás? pero, si era verdad, ¿porque todas estaban enamoradas de él? de sus ojos café, de su dulce sonrisa, de ese carácter indomable, esa forma de vivir la vida... no, no podía ser, yo no estaba por él, si lo acababa de conocer, ¡ pero que digo ! ¡ si no lo conozco ! no me puedo enamorar de alguien que no conozco... ¿o tal vez si?
Ahora nos toca Ciencias, al contrario que matemáticas, me encanta todo lo relacionado con ciencias, me parece una asignatura super interesante y entretenida pero no conseguía sacarme de la cabeza lo que me había dicho Cata, así que, le lancé una notita, el profesor la pilló, me echó a la calle y me puso un parte.
Al salir enfadada de clase me encontré con Gio, entonces, entablé con él la conversación que cambiaría mi vida para siempre, aunque yo eso no lo sabía...
-Hola chica. ¿te acuerdas de mi?
-Déjame en paz gilipollas.
-¿Estas segura de lo que dices? ¿Quieres que te deje en paz?
-Si, estoy segura.
-Pues eso no es lo que parece.
-¿De qué coño vas chaval?
-¿Cómo que de qué voy? ¿Es que no ves quien soy?
-Si, veo que eres un italiano subnormal y sin respeto .
-Vale... ¿Te apetecería quedar esta noche?
-tú que estás, ¿mal de la cabeza? niño, DE-JA-ME  EN PAZ ; P-A-Z.
En verdad yo estaba muriendo por esas seductoras palabras pero lo que me había dicho Cata...
-Bueno, pues como parece que tu no quieres venir por tu propia voluntad, tendré que hacerte venir yo; te espero a las 11 en el callejón de la esquina .   Entonces me quitó mi precioso pañuelo blanco con puntitos rosas de Stradivarius y echó a correr, justo en ese mismo instante salió Don Guillermo, y me dijo que volviera a entrar, yo entré con pena viendo como el cada vez se hacía más pequeño y mi pañuelo al viento se iba con él. ¿Qué otro remedio para recuperar mi pañuelo sino ir? 

2 comentarios: